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Ecox4d las rozas: diástasis abdominal. la tripita que no se va

Todos sabemos que después de un parto el abdomen tarda un tiempo en recuperarse y que esos vientres planos que vemos en las famosas al poco tiempo de dar a luz no reflejan la realidad del resto de las mamás pero si transcurridos unos meses tu tripa no ha recuperado el tono y parece que vuelves a estar embarazada de unos 4 o 5 meses deberías preguntarte por qué.

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En algunos casos solamente se debe a una debilidad de la musculatura de la faja abdominal propia del postparto, pero en otros casos se puede unir además una diástasis abdominal. ¿Y qué es exactamente una diástasis? Esta palabra significa literalmente separación y en este caso hace referencia a los rectos abdominales (la tableta para que nos entendamos). Durante el embarazo se produce una distensión de toda la musculatura abdominal a medida que nuestro bebé y nuestro útero van haciéndose más grandes. Entre los rectos abdominales se encuentra la línea alba, una banda de tejido conectivo, cuya función es mantenerlos unidos. Si este tejido ha resultado dañado durante el embarazo o el parto no volverá a cumplir su función por lo que entre los rectos abdominales habrá una separación más o menos grande que provocará esa antiestética barriguita.

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La diástasis abdominal puede deberse a muchas causas. Los embarazos gemelares o la multiparidad (tener varios embarazos) son las causas más frecuentes pero dar a luz a un bebé grande o tener mucha ganancia de peso durante el embarazo también puede predisponernos a tener una diástasis. Es habitual que un porcentaje muy alto de mujeres padezcan esta patología durante el último trimestre del embarazo y normalmente se resuelve espontáneamente unas semanas después del parto pero no en todos los casos es así. Este problema no es exclusivo de las mujeres que han dado a luz si no que también pueden padecerla los hombres, un trabajo excesivo de abdominales o una obesidad acompañada de una barriga muy prominente pueden provocar una diástasis abdominal.Hay una prueba muy sencilla para saber si tenemos una diástasis y además nos la podemos hacer a nosotras mismas. Tenemos que tumbarnos boca arriba en el suelo y con las piernas flexionadas y en esta posición comenzaremos a hacer un abdominal tradicional, levantaremos la cabeza del suelo para que nuestros abdominales se pongan en tensión. En esta posición debemos colocar nuestros dedos índice y corazón por encima de nuestro ombligo y presionar ligeramente hacia dentro. En este momento deberíamos notar que los abdominales no nos dejan hundir los dedos hacia el abdomen pero si nos encontramos con que no hay resistencia y nos caben dos dedos o más entre ambos rectos es probable que tengamos una diástasis abdominal. Repetimos la prueba en el propio ombligo y por debajo de este.conditions-dra-300x199  ¿Cómo puede solucionarse? Lo primero de todo es consultar con un fisioterapeuta especializado que pueda hacer una valoración más exhaustiva de nuestro problema y que nos dirá las posibles soluciones. Si la diástasis es muy grande y hay riesgo de padecer una hernia umbilical la mejor solución es la cirugía. Mediante una operación se vuelven a unir los rectos para evitar problemas en un futuro. Pero si la diástasis no es demasiado grande se puede llegar a mejorar bastante con un buen trabajo de fortalecimiento de la faja abdominal. Los abdominales clásicos están prohibidísimos ya que la sobrepresión que se crea en el abdomen favorece la separación de los rectos. Un buen ejercicio para tratar la diástasis es la gimnasia abdominal hipopresiva ya que consigue fortalecer la faja abdominal al completo sin aumentar la presión en el abdomen. Es muy importante tratar este problema, no sólo por el riesgo de hernias si no porque a la larga puede producirnos desde una lumbalgia crónica hasta problemas de incontinencia urinaria o fecal. *Información proporcionada por http://www.fisiosuelopelvico.com

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